Al fin, hoy acaba este año.
El peor año que he conocido, y que no quiero ni recordar. Sé que no es culpa del año, que también habrá tenido cosas buenas, pero como ya sabemos tenemos esos límites imaginarios. Es como si mañana ya estuvieramos en una vida nueva, con nuevas oportunidades y ánimos renovados; como si la gente que nos rodea cambiara al instante, nuestra suerte mejorara, y todo en general nos fuera favorable.
Pero no, mañana nos es más que la continuación de hoy, lo cual no va a quitar para que yo comience con muchas ganas el año 2004 y diga para mis adentros:
2003, vete, y no vuelvas.
Feliz Año Nuevo a Todos.
Se encontraba en un camino desconocido, rodeado por la espesura de los acontecimientos que le rodeaban. Miraba atras y no quería volver, miraba adelante y no sabía lo que le esperaba.
Aún así caminaba lentamente hacia adelante, con pasos cortos y sin dejar de percibir las reacciones de su alrededor. Intuía que ese camino llevaba a un lugar cálido y confortable, donde se encontraría como si estuviera en el paraiso.
Pero también sabía que en cualquier momento el mal podía darse a conocer en aquel oscuro y frío camino.
Bueno, se acabó, ya no habrá nuevas entregas. El largo viaje de 3 años ha acabado.
"El Señor de los Anillos", la trilogia que ya es Historia del cine, ha supuesto para mi una especie de "descanso", pues desde que me leí el libro a los 16 años siempre he querido ver en imágenes el Universo de Tolkien.
Con respecto a la pelicula decir que ha parecido más que correcta, muy fiel a la historia, aunque con muchas omisiones, lo que es lógico debido a la inmensa cantidad de detalles que narra (esperemos que muchos se incluyan en las versiones extendidas que aún no visto).
Al terminar la tercera parte se siente una especie de nostalgia, pues te das cuenta que ya ha acabado, que el año que viene no habra más.
Ya que estoy quiero decir que con las peliculas han llegado los "nuevos" entendidos del señor de los anillos, esa gente que no tenia ni puta idea de quien era Tolkien, ni su historia, ni de El Hobbit, ni del Silmarillion, ni nada de nada, y ahora salen de debajo de las piedras enseñando el "carnet" de que se han leido el libro ahora, como si fuera un mérito. Seguro que sin las peliculas, si yo les aconsejo que se lean un libro de N páginas (N > 1000) que narra una aventura en un mundo fantástico aunque muy real y completo en detalles (lugares, razas, geografia, costumbres, cultura,.........), me dicen que mejor no, que mejor se leen a "Jim Boton y Lucas el Maquinista".
Hago un pedazo de plagio del weblog de Tom de un enlace que me parece al menos curioso, me ha gustado:
Plagied by Gesnazo from Tom's Blog
Siempre que creo que tengo un tema entre manos importante pienso en una frase de "La caza del Octubre Rojo":
"Aún hay un millón de cosas que pueden salir mal en esta historia"
Así nunca te pillas los dedos, pero también arrastras una inseguridad incontrolable.
Siento la ausencia, estaba en plan asceta.
Jamás perdais la esperanza, esa esperanza por algo que sabeis que no vais a porder conseguir ni tener.
Esa esperanza por lo irreal, por lo imaginario.
Esa esperanza por mejorar, por sentiros mejor.
Esa esperanza que nos hace sentir que tenemos una meta y que antes o después, la conseguiremos.
La esperanza nos permite avanzar.
No paran de surgir movimientos a favor de la Paz, en contra de cualquier guerra. La guerra es "maligna", nadie gana, todos pierden, especialmente los que menos pintan: la población.
Dicho esto, también digo que la guerra es "necesaria", no lo entandais mal, tanto la Paz como la Guerra es inherente al Hombre.
El Hombre necesita "hacer la guerra" y necesita convivir en Paz, así ha sido durante toda la Historia de la Humanidad, y así será.
Somos imperfectos, tenemos envidias, deseamos poseer todo lo que podamos, aunque sea del prójimo, tenemos odio debido a nuestras ideas, necesitamos enfrentarnos. Esto nos ha hecho también llegar hasta aqui, evolucionar.
Y luego también necesitamos convivir en Paz, con la gente que nos es afín.
Si lo veis es una constante lucha por mantener un equilibrio.
En el instante más insignificante cruzarón sus miradas. Estas quedaron fijas al una con la otra, congeladas, viendo más allá de los ojos, viendo el alma, el corazón.
Vieron lo que sentían el uno por el otro, y sin decirse nada, lloraron, y separaron sus miradas para siempre.